Sin lugar a duda, emprender es un camino emocionante y lleno de desafíos, en el que la etapa más difícil para muchos es tomar la decisión, más aún cuando esta llega para sacarlos de su zona de confort. Iniciar y hacer crecer un negocio no es una tarea sencilla, ya que no solo involucra el manejo administrativo y financiero del emprendimiento, sino también un control del estrés, ansiedad, frustración, entre otras emociones para un buen estado de salud general y para el desarrollo óptimo de los proyectos.
“El primer desafío de un emprendedor es dar el primer paso. Emprender genera ansiedad por lo desconocido, ya que siempre existen riesgos, sin embargo, debemos tener en cuenta que no todos los emprendimientos dan resultados a corto plazo, por tanto, hay que ser “resiliente”. Habrá fallas, marchas y contramarchas, pero la perseverancia en el objetivo planteado es lo que llevará finalmente a la obtención de los resultados esperados”, afirma al respecto la Dra. María Elena Escuza Pasco, directora de la Escuela de Psicología de la Universidad Norbert Wiener.
Establece horarios y aprende a desconectarte. Es cierto que al inicio tu emprendimiento necesita de toda tu atención, sin embargo, por muy difícil que parezca, es bueno que tomes pausas estratégicas durante el día. Tu cerebro necesita descansar y desconectarse para recuperar energías, las cuales te ayudarán a seguir afianzando tu negocio, así como cuidar tu bienestar general.
Cuida tu alimentación. Mente sana, cuerpo sano y viceversa. Lo que comemos siempre tiene un impacto directo en nuestra salud física y mental. Por ello, es importante que ante la falta de tiempo durante la semana puedas organizar tu alimentación en tu día libre para incorporar los nutrientes necesarios para el buen desempeño de tus actividades.
Mejora tu calidad de sueño. Tres, cuatro o cinco horas no son suficientes. No dormir bien no solo puede generarte estrés, sino también afectar tu productividad y creatividad, así como tu salud física y mental. Al ser tu propio negocio puede que te quedes trabajando hasta la hora que quieras, sin embargo, es importante que duermas entre 7 a 8 horas para recuperar energías.
Mantén tu cuerpo activo. La actividad física es uno de los mejores aliados ante el estrés y ansiedad, ya que estimula la producción de endorfinas para darle alivio y felicidad a nuestro cuerpo. Hacer ejercicios y trabajar parece imposible, pero crear este hábito y que puedas hacerlo como mínimo tres veces por semana te dará resultados inesperados.
Aprende a controlar tu mente y tu respiración. Ante las preocupaciones que producen estrés y ansiedad, respirar conscientemente te brindará calma ya que tu cerebro recibirá el oxígeno que necesita para tener paz
Fuente: Perú21